Bueno como ya escribí hace unos días me siento en un proceso súper raro y ya que no he hallado comprensión en ninguna parte tuve que desahogarme en mi mac (que es el único que me aguanta)…
A este proceso lo he llamado “embarazo mental”, y que probablemente las chicas que lean esto y han estado en cinta lo comprendan, pero talvez también lo comprendan los hombres y mujeres que alguna vez han estado sentados ante una hoja en blanco, un pliego de papel, una tela, y porque no, una guitarra (esto es para facilitarte la comprensión Fuenz…), “la soledad ante la materia” la llama Alberto. Esa soledad es la misma que se siente en el embarazo, una soledad ante lo inevitable, lo propio, la propiedad del cuerpo, pero al mismo tiempo lo ajeno lo casi imposible, porque es realmente desmesurado imaginarse que dentro de una se está gestando un ser, una persona, que en muy pocos años te va ha estar hablando de juegos y caricaturas que no conoces, que te va ha hacer sentir que todo lo que tu viviste ya no se vive, ni se usa, que tu que quieres estar a la vanguardia de los pensamientos arquitectónicos, a la vanguardia en la tecnología y la computación, solo sabes para ellos de cosas antiguas… ¡y solo tengo 30!…
Bueno, ese pavor, el pavor a ese instante en que la vida y la muerte se miran frente a frente, en que todo puede cambiar en un segundo, unido a un sentimiento de amor y maravillada con cada pequeño movimiento involuntario de tu vientre es lo que siento ahora…
Pero en realidad estoy más cargada hacia el temor, y siguiendo con la analogía, es como mi segundo parto, al cual se le une a todos los sentimientos anteriores el miedo a morir y a no solo dejar un bebé si no que a dos…uf, si es duro, para mi lo fue y fíjense que lo he tenido todo, un guitarrista que me ama (obvio que no más que a su guitarra, pero es lo que hay…), unos papás fantásticos, apoyadores y jugados al máximo, unos hermanos ultra atinados… y suegros, cuñados amigos, jefes, doctores, etc. En resumen todo, todo, todo ,todo… pero… al parto voy sola, en la soledad más dolorosa, la soledad de la multitud, la soledad que debe haber sentido Casseli cuando perdió el penal en España, la soledad que debe sentir Fuenz…en el escenario…la soledad de multitudes…que soledad mas sola…y ahora me siento embarazada, embarazada hasta con nausea, pero esta ves el ser que se gesta no es un bebé, sino que un futuro, un devenir, un algo, y no se si lo puedo enfrentar (esto me ha pasado en todos mis embarazos físicos y mentales)…y esta soledad me ha llevado a los fondos más extraños de mi cabeza para buscar algún apoyo que me consuele y ya se me agota el tiempo para el parto, se viene, se viene el tiempo de ser fuerte, madre, bastión de tus hijos, se viene y yo siento que mis fuerzas no son las suficientes (esto, también, me ha pasado en todos mis embarazos físicos y mentales)…espero que así como en mis partos físicos, mi parto mental sea hermoso, que el momento en que el bebé llora y uno llora con él, tal vez el llanto más hermoso que he vivido se de y la soledad ante la materia de Alberto se vuelva la fiesta consoladora de Fabio…
A este proceso lo he llamado “embarazo mental”, y que probablemente las chicas que lean esto y han estado en cinta lo comprendan, pero talvez también lo comprendan los hombres y mujeres que alguna vez han estado sentados ante una hoja en blanco, un pliego de papel, una tela, y porque no, una guitarra (esto es para facilitarte la comprensión Fuenz…), “la soledad ante la materia” la llama Alberto. Esa soledad es la misma que se siente en el embarazo, una soledad ante lo inevitable, lo propio, la propiedad del cuerpo, pero al mismo tiempo lo ajeno lo casi imposible, porque es realmente desmesurado imaginarse que dentro de una se está gestando un ser, una persona, que en muy pocos años te va ha estar hablando de juegos y caricaturas que no conoces, que te va ha hacer sentir que todo lo que tu viviste ya no se vive, ni se usa, que tu que quieres estar a la vanguardia de los pensamientos arquitectónicos, a la vanguardia en la tecnología y la computación, solo sabes para ellos de cosas antiguas… ¡y solo tengo 30!…
Bueno, ese pavor, el pavor a ese instante en que la vida y la muerte se miran frente a frente, en que todo puede cambiar en un segundo, unido a un sentimiento de amor y maravillada con cada pequeño movimiento involuntario de tu vientre es lo que siento ahora…
Pero en realidad estoy más cargada hacia el temor, y siguiendo con la analogía, es como mi segundo parto, al cual se le une a todos los sentimientos anteriores el miedo a morir y a no solo dejar un bebé si no que a dos…uf, si es duro, para mi lo fue y fíjense que lo he tenido todo, un guitarrista que me ama (obvio que no más que a su guitarra, pero es lo que hay…), unos papás fantásticos, apoyadores y jugados al máximo, unos hermanos ultra atinados… y suegros, cuñados amigos, jefes, doctores, etc. En resumen todo, todo, todo ,todo… pero… al parto voy sola, en la soledad más dolorosa, la soledad de la multitud, la soledad que debe haber sentido Casseli cuando perdió el penal en España, la soledad que debe sentir Fuenz…en el escenario…la soledad de multitudes…que soledad mas sola…y ahora me siento embarazada, embarazada hasta con nausea, pero esta ves el ser que se gesta no es un bebé, sino que un futuro, un devenir, un algo, y no se si lo puedo enfrentar (esto me ha pasado en todos mis embarazos físicos y mentales)…y esta soledad me ha llevado a los fondos más extraños de mi cabeza para buscar algún apoyo que me consuele y ya se me agota el tiempo para el parto, se viene, se viene el tiempo de ser fuerte, madre, bastión de tus hijos, se viene y yo siento que mis fuerzas no son las suficientes (esto, también, me ha pasado en todos mis embarazos físicos y mentales)…espero que así como en mis partos físicos, mi parto mental sea hermoso, que el momento en que el bebé llora y uno llora con él, tal vez el llanto más hermoso que he vivido se de y la soledad ante la materia de Alberto se vuelva la fiesta consoladora de Fabio…
No creo que solo sea cosa de las mujeres, creo que es cosa de los creativos, ( bien modestamente ), pero esa sensacion es para mi odiable pero irremediable, la cabeza el cuerpo te llama a crear a cuidar y luego a dar a luz, es un proceso, largo ,a veces hasta doloroso, pero necesario...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Hay soledades y soledades. Yo creo, humildemente, que la soledad paralizadora es la nefasta. Pero la que siente el músico que no quiere que nadie le hable porque está recién silbando las notas de esa gran canción, o la del diseñador o arquitecto que tiene el agorex a dos centímetros de la nariz y no le importa porque está a punto de coronar su proyecto, esa sí. Esa soledad es un regalo por y para algo.
me siento embarazada de mi.... ... apunto de salir solo dias para pasar por la manga....... la gestacion dificill pero mas aun la vida...me ha tocado tu texto se a enlazado con esta sensacion que me asusta solo siento darte las gracias y no se muy bien porque solo eso amiga....