tengo una idea

Ayer fue mi cuñado a casa a tomar onceita y aprovechando un momento de inspiración tomó la guitarra de palo y se puso a armar una canción en el Garageband, mientras Fuenzalida y yo (que veníamos llegando del supermercado) guardábamos los víveres, le dábamos su comida a Lautaro, hacíamos la comida de Camilo, ordenábamos el despelote general de la casa y preparábamos la once. Como nuestro depto no es muy grande, el Gonza se fue a encerrar a la pieza de los niños para poder grabar… sin interrupciones (el sueño del pibe en mi casa), Lautaro entra, sale, grita, ríe, llora… pero al parecer eso nunca lo molestó seguía grabando con el micrófono al aire, y concentrado, hasta relajado con lo que hacia, y yo pensaba cuantas veces los niños jugando casí encima del papá y el papá sigue con la guitarra, no hay llanto ni maldad que lo distraiga, pero no está ausente, sino mas bien muy presente, con sonrisas y levantadas de cejas, con tomadas de manos y caricias, ese estar creativo que es en el estar en una vida, lo volví ( ayer) a mirar como un regalo, recordé mis laminas (que a falta de una mesa más grande colocaba en el suelo) con las minúsculas pisadas de un Camilo demasiado inquieto que nunca entendió que no eran una alfombra y que las maquettes no eran autopistas de juguete… recordé cuando me dijo que el sol no se escondida detrás de las nubes…sino que las nubes atrapaban el sol y con eso armé mi ultimo proyecto de 5to año… y me fue bien… Es así como se ocurren las ideas, el ojo tenso… todo esto para retomar la idea del blog… nuevamente la torre… tal vez la descripción que precede todo esto es muy personal y auto referente, pero a lo que voy es que muchas veces las cosan que parecen adversas se vuelve favorables (gracias Miguel por no olvidarlo) y recuerdo la cantidad de amigos que se han alejado de sus grupos por un matrimonio, un hijo, una carrera no compatible… pero al parecer en nuestros genes eso no es motivo de renuncia, sino más bien de inspiración…