Estoy tremendamente impresionada, ya que viajé el lunes a Punta Arenas y en
el vuelo el piloto avisa que estamos pasando por sobre el Chaitén, obvio
todos los pasajeros nos agolpamos en las ventanas del lado izquierdo y
sacando fotos o filmando registramos la tremenda columna de humo que asomaba
por las nubes, pero, al día siguiente cuando volví a pasar por el mismo
lugar, el Chaitén había explotado nuevamente en la mañana y la visión del
día anterior quedó como una anécdota porque ahora sí que era tremendo y
tenía una cola que llegaba claramente hasta Argentina. Vamos a tener que ver
como Chile se recupera de esto, y espero que no pase como con el terremoto
de Iquique, o Antofagasta. Me da una lata enorme, ya que por la pega viajo
mucho a lugares de difícil acceso y ver que en esos lugares hasta cambiar un
vidrio en una ventana es titánico y que sin embargo son gente feliz y
tremendamente independiente. Para terminar, hace varios años estuve en las
islas Gala, en Toto, donde se filmó después la Fiebre del loco, bueno, el
director del colegio internado que allí hay nos comentaba que al final los
niños de allí eran mucho más cosmopolitas que los de Santiago, ya que ellos,
estaban obligados a viajar a otras regiones, a abastecerse, al doctor, o a
visitar a sus parientes, en cambio muchos niños de la capital, nunca habían
dejado la ciudad.
wauuu que impresionante...